Nerea fotografiando a Alba.
La foto es del reflejo en el espejo de la clase. Como estoy en tiro estrecho el cristal muestra la textura de brillos, donde veo la cantidad de manos, literal, que han pasado por él. Hay dos luces, la ventana en cuadro mide 180×120 y es la segunda vez que la monto, la otra es una venteana pequeña, de 60x60cm colocada junto al espejo y delante de la bailarina. La luz de Alba, desde one yo estaba, era totalmente diferente, pero desde el reflejo era mucho más interesante. La del espejo es lo que me dio en llamar una principal trasera. Normalmente es una luz bastante fea cuando la figura mira a la cámara, que solo separa y perfila la figura, dejando un efecto bastante aritifical que igual estuvo de moda hace treinta años, pero que ahora me parece superhipermegatrasnochado. Sin embargo cuando ella gira hacia el foco, la luz cae sobre el torso y el rostro moldeandolo intensamente, dando lugar a una iluminacion bastante más interesante.
Por lo general estoy evitando esta disposición de tres cuartos trasera porque me obliga a disponer la figura de esta cierta manera en la que la luz cae mostrando el cuerpo y no solo perfilandolo ya que tiendo a pedir a la bailarina que baile, no que pose (“¡No poses baila!”). Sin embargo me encanta esta luz ¡Pero no creo que pueda pedirles que bailen solo en una dirección!

Ah, y no, no voy a quitar las manchas del cristal, no me vengan con photoshopeos obligatorios, es una clase, es asi, así lo que quiero, como es.