Victoria Lucena paseando por Córdoba durante la semana santa del año pasado, 2019.
A stroll through dance / Antidanza / dance photography by Paco Rosso.
Pilar en nuestras primeras fotos. En medio de julio, a las once de la mañana, esa hora que dicen que no debemos usar para las fotos y que creo que voy a usar más veces.
¡Vuelta a trabajar con Laura! Después de año y medio, desde septiembre de 2017 a este noviembre de 2019.
Pero hoy, a la vuelta de dos meses de inactividad por mi parte, vamos al estudio de danza de Love 2 Dance, y prueba la sala baja. Coloco el foco nuevo a casi cuatro metros de altura, y al cabo del rato, Marta Moguer y yo decidimos olvidarnos de los focos y nos ponemos a trabajar con la luz natural que, como se ve, se cuela por la cristalera.
De Laura, que su formación en danza clásica y en española, ya que tiene las dos carreras, le permite hacer lo que hemos venido a hacer: bailar con mantón de manila y en zapatillas de puntas. Una de las bailarinas más completas y comprometidas, más libre y segura, y con las que prefiero trabajar.
El mantón, bordado por su abuela a mano. La actitud y el bien hacer, todo suyo.
Hicimos estas fotos para el curso de fotografía de danza de la Universidad de Cádiz de 2019 que no llegó a impartirse por falta de matrículas. En ese día perdí el cuaderno con todas las notas de los últimos dos años, con todos los cálculos, con todas las propuestas de fotos, con el desarrollo del curso CEP de flash en exteriores que impartí en Jerez. Un desastres de día vamos. Digo yo que para qué le servirá a quien encontrara el cuaderno todo aquello, un montón de disquisiciones matemáticas y gráficas y listas y listas de fotos-por-hacer y plantas de escenarios. Para diez páginas en blanco que le quedaran a la moleskine. Una putada, creanme.
Las horas de la mañana. Esta sesión se dividió en dos, una la tarde del martes trece y otra la mañana del miércoles catorce. La última hora del día y la primera. Me gusta la limpieza de la mañana, los azules que da. Yo haciendo el gusano en el suelo con un 24 para intentar que se viera algo más que lo que suelo sacar. Victoria, angelical con la falda evasé que se hizo (demasiado) amiga del viento.
Todo el mundo es fotógrafo hoy en día. De turistas está el mundo lleno y más si estás en una cidudad turística, bueno eso y que si no quieres que haya gente pon una valla. Pero es que me gusta que haya espontaneos mirando. No se como quedará esto con las leyes de propia imagen y lo de protección de datos, igual voy a tener que borrar a todo el mundo que aparezca en la foto y desenfocar las caras de las bailarinas. Pero por ahora la fotógrafa espontánea del fondo, que quiere su foto y no se percata de que está en cuadro, está lejos, desenfocada y con la cara tapada. A lo mejor hasta estoy yo es su foto.
Un día, debería buscar las fotos de los espontaneos de mis sesiones, igual hasta da para un libro.
Alicia en la plaza de San Antonio, hará tres años.